Hace algunos años, el arzobispo de Canterbury se apresuró para alcanzar
un tren en Londres. En su premura, subió al vagón equivocado y llegó a
dar con un vagón que llevaba pacientes de un hospital mental. Todos
estaban vestidos en la ropa particular del hospital.
Justo cuando salió el tren, entró un celador y comenzó a contar
pacientes, 1-2-3-4
cuando de repente se encuentra con este
caballero distinguido vestido de traje fino con cuello de clero. El
sorprendido custodio preguntó, ¿Quién es usted?. Levantando su rostro
con dignidad contestó, ¡Soy el arzobispo de Canterbury! Sin perder su
ritmo el guardián le apunto con el dedo y siguió contando, 5-6-7-8.
Es imprescindible saber quienes somos en Cristo. En los primeros años
de mi vida cristiana uno de mis mentores me dijo, La verdadera
humildad es tener un concepto correcto de si mismo.Hace poco estaba
en la oficina de una escuela pública y vi este letrero en el escritorio
de la secretaria. Decía, La auto estima se alimenta del aliento, de la
confianza y del reconocimiento. Se marchita con la crítica.
Esta gran inundación de propaganda sobre el auto estima, que se
encuentra aún en la iglesia, es una evidencia que nos indica dos cosas:
La gente no sabe lo que Dios ha hecho por ellos y que muchos de los
creyentes no saben quienes son en Cristo Jesús. En otras palabras, hay
una gran crisis de identidad y muchos no tienen un concepto correcto de
ellos mismos.
El Pastor Douglas W. Graves, en su excelente libro, ¿Quién Crees Que
Eres? dice tan acertadamente que no eres quien la gente dice que eres.
Tampoco eres quien tú crees que eres. Ni siquiera eres quien el mismo
Diablo dice quien eres. Sino que somos quien Dios mismo, en Su Palabra,
dice que somos. De manera que mi auto estima no se alimenta ni se
marchita por el criterio de ningún ser humano si creo lo que Dios ha
dicho de mi.
Si usted no ha entregado su vida a Jesucristo, la Biblia dice que eres, ... separado de Cristo, excluido ..., extraño a los pactos de la
promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo.(Efesios 5:12)
No importa cuan confiado crees que eres, sin Cristo, tu cuadro no es
muy favorable que digamos. Es más, tu situación comienza mal y se
empeora desde allí.
No obstante, en Cristo: Yo he sido justificado, perdonado y tengo paz
para con Dios (Romanos 5:1). Soy libre por siempre de la condenación
(Romanos 8:1) Yo no puedo ser separado del amor de Dios (Romanos
8:35-39) He sido adoptado como un hijo de Dios (Efesios 1:5) Yo no he
recibido un espíritu de temor o cobardía sino de poder, amor y dominio
propio. (II Timoteo 1:7) Yo puedo acercarme confiadamente al trono de
Dios (Hebreos 4:16)
EL VERDADERO CREYENTE NO TIENE PORQUE SUFRIR DE UN COMPLEJO DE INFERIORIDAD.
(Romanos 8:37) Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
He leído que una neblina densa, que puede cubrir siete manzanas de una
ciudad con 30 metros de profundidad se compone de menos de un solo vaso
de agua dividido en sesenta mil millones de gotas. En realidad no hay
mucho allí, pero es capaz de entorpecer a una ciudad entera.
Las preocupaciones pueden hacer la misma cosa a tu vida porque con la
ansiedad hacemos grande una cosa pequeña. La Biblia nos exhorta
continuamente que no debemos preocuparnos. Es más, con esto te voy
decir cuando debes preocuparte. Si una o todas estas cosas te pasan,
entonces preocupate. Si no, entonces no. ¿Vale? Bueno, vamos con la
lista:
1.) Tu bizcocho de cumpleaños se hunde bajo el peso de las velas.
2.) Enciendes la tele y están enseñando (en vivo) las rutas de salidas de emergencia para escapar y huir de tu ciudad ¡YA!
3.) Tu gemelo se olvidó de tu cumpleaños.
4.) La corneta de tu coche comienza a sonar ruidosamente, no lo puedes apagar y estas siguiendo una caravana de mafiosos.
5.) El pájaro cantando sobre tu cabeza es un buitre.
6.) El cheque que escribiste para pagar tus impuestos al gobierno regresó a causa de fondos insuficientes.
7.) Tu esposa de dice, Buenos días, Carlos, pero tu nombre es Samuel.
La vida esta llena de cosas que parecen que están puestas allí para
robarnos la bendición. Son cosas pequeñas pero son escandalosas y
llaman mucho la atención. Nuestro problema es que prestamos atención a
estas cosas y a causa de ellas dejamos de ver todas las cosas gloriosas
que Dios nos ha dado y esta haciendo en nuestras vidas. Estos problemas
tienen la habilidad de angustiarnos y quitarnos el sueño. Pero la
Biblia nos dice: Cuando te acuestes no tendrás temor, sí, te acostarás
y será dulce tu sueño. No temerás el pavor repentino, ni el ataque de
los impíos cuando venga, porque el Señor será tu confianza, y guardará
tu pie de ser apresado. (Proverbios 3:24-26)
A veces somos como la Hermana Marta. Lo que ella tenía que hacer era
dejar todo a un lado por un rato y sentar a los pies de Cristo. Era muy
noble y loable su corazón de sierva, pero tenía físicamente en su casa
el Hijo del Dios viviente. Estaba en la presencia del Cordero de Dios y
ella estaba perdiendo todo porque tenía las costillas de cordero en el
horno. ¿Qué daríamos para recibir un solo toque de Él ahora mismo? Pero
¿Cuáles son los afanes y preocupaciones que evitan que recibes un toque
del Señor en tu vida?
ES HERMOSO PODER CONFIAR EN JESUCRISTO Y DESCANSAR EN ÉL.
(Filipenses 4:6) Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo,
mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer
vuestras peticiones delante de Dios.
Hay distintas clases de temor: el temor saludable como el temor de
Dios y la fobia, o sea el temor irrazonable, como el temor de los
gatos. Hay más de quinientas palabras dedicadas a las distintas fobias
que dominan las vidas de las personas. Por ejemplo, ¿sabes lo que
quiere decir aviatofobia? También lo puedes llamar aviofobia.
Significa, el temor de subir a un avión. Resulta que tantas personas
sufren de este y otros males semejantes que existen términos médicos
para ellos. El temor de los aviones solamente en una de las
innumerables fobias que existen y todos tienen un nombre propio.
Yo, personalmente, no entiendo el temor de subir a los aviones por
varias razones. No es que no me entero de la posibilidad de que
estrellara el reactor en que viajo, pero entiendo por las estadísticas
que volar es más seguro que viajar en coche o cruzar la calle.
Considero, también, el hecho de que si la nave se cae de 10,000 metros
de altura, abrochar mi cinturón de seguridad no me va a ayudar nada.
Tampoco duele la caída. La llegada puede molestar un poco, pero no por
mucho tiempo.
Con los eventos del 11 de septiembre de 2001, muchas personas han
sufrido del pánico, nerviosismo y el temor. Las personas que antes
vivían bajo el pavor de subir a un avión, ahora dicen que ahora son
incurables. Dicen que sus vidas han sido alteradas y ahora viven bajo
una nube de opresión e inseguridad. A algunos les produce latidos
irregulares del corazón, dificultad para respirar, mareos y temblores.
Más que todo esto, hay dos armas que Dios nos ha dado para combatir el
temor; son la fe y el amor. Ellos resisten el temor con la confianza de
que Dios esta en control y que en el peor de los escenarios mi alma
esta bien con Él y lista para ser recibida. Yo confío en Cristo por el
bien estar de mi alma; de esto se trata nuestra vida cristiana. Dice la
Biblia, En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera
el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho
perfecto en el amor (I Juan 4:18).
El temor irrazonable es como comida a los espíritus malos y si vives
bajo esta clase de temor, ellos se gozan sobre ti y provocan más
truhanerías. Vivir bajo el temor es una forma de esclavitud, y Cristo
vino para librarnos de toda forma de cautividad. De manera que si el
temor llama a tu puerta, manda la fe y el amor a contestar y verás que
nadie estará cuando lleguen.
LA FE ACABA CON LA OPRESIÓN DEL TEMOR.
(Proverbios 1:33) Pero el que me escucha vivirá seguro, y descansará, sin temor al mal.
Un mundo sin puentes sería un lugar con insuperables dificultades.
Algunos puentes son verdaderos logros de matemáticas y arquitectura;
obras maestras que son dignas, en todo sentido de admirar. Si no se
emplean la ciencia y matemática correctas, lo que se construye
resultaría ser un fracaso rotundo. Gracias a Dios que ha dado el
entendimiento a los hombres para construir puentes.
Un puente tal es el Puente Mackinac en Michigan, Estados Unidos. Este
puente colgante fue construido para unir las dos penínsulas de este
estado y había sido un sueño desde 1887. Costó un total de $99,800,000
dólares y varias vidas para construir.
Su extensión total es 7,800 metros de largo. Tiene tres secciones
colgantes dando una longitud total de la sección suspendida de 2,541
metros. La división central del puente es de 1,120 metros de largo. En
cuanto al material empleado: Fueron más de 67,200 kilómetros de cable
para las secciones colgantes.
Algunos no están de acuerdo sobre si este es en realidad el puente más
grande. Como evidencia mencionan que el Puente de La Puerta de Oro
(Golden Gate Bridge) de San Francisco, un puente mucho más famoso, es
118 metros más largo en su sección colgante central. Aún así, éste no
es el puente más grande.
La mayoría de los puentes abarcan ambos lados de un río, una bahía o
cañón. Pero el puente más grande alcanza mucho más que esto. Este
puente se extiende sobre el hueco más grande en el universo. Este hueco
es la división entre Dios y el hombre. Dijo Isaías, vuestras
iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados le han hecho esconder su rostro de vosotros para no
escucharos. (Isaías 59:2)
El pecado del hombre ha creado un hueco entre Dios y el ser humano que
resulta ser absolutamente imposible cruzar sin este puente. El hombre
hizo la división pero Dios hizo el puente. El hombre dio su espalda a
Dios, pero Dios dijo, Todo el día he extendido mis manos a un pueblo
desobediente y rebelde. (Romanos 10:21)
El costo de este puente supera cualquier proyecto costoso que los
pudieran fabricar porque exigía la sangre de una vida perfecta.
ALCANZAMOS A DIOS SOLAMENTE POR MEDIO DE LA CRUZ DE JESUCRISTO
(I Juan 4:10-11) En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos
amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros, y envió a su Hijo como
propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios así nos amó, también
nosotros debemos amarnos unos a otros.
Mi esposa es lo que se llama, una ama de casa profesional. Aparte de
ser una tremenda sierva de Dios, es famosa por su tremenda habilidad
culinaria. Además de nuestros cuatros hijos, siempre hemos tenido la
casa llena de jóvenes y hermanos de la iglesia. Con todo, nuestra casa
siempre ha sido limpia y bien atendida y mi esposa bien arreglada como
una reina. Encima de todo esto, ella es físicamente tan hermosa que a
menudo la gente me pregunta si ella es una de mis hijas. (Deja de reír.
Es un comentario que no encuentro nada de gracioso).
He conocido a muchas mujeres no les haría mal de imitar sus altas
normas de nitidez. Lo ha hecho así porque para ella, es parte de su
buen testimonio como una sierva de Dios. Mantener una casa bien
arreglada para la gloria de Dios es una aspiración muy digna. Pero ella
se da cuenta de que su primera preocupación, no es la casa de la calle
donde vivimos. A Cristo le importa mucho más el estado de la casa donde
vive Él: su corazón. Tu casa es simbólica de tu vida.
En la Biblia, la hermana de María tuvo una preocupación muy noble. Ella
quería asegurar que sus invitados estaban bien atendidos. Luchaba por
acertar que la comida estaba perfectamente condimentada y cocinada.
Trabajó arduamente para limpiar todo y ver que todos estaban cómodos.
Pero se frustraba al ver que su hermana no hacía nada para ayudarla.
Todo el día estaba sentada allí a los pies de Cristo. Ella esperaba
encontrar apoyo en Cristo para regañar a su hermana ociosa. Pero el
Señor le dijo a ella, Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por
tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la
parte buena, la cual no le será quitada. (Lucas 10:41-42)
Ahora, estoy totalmente convencido que Cristo estaba agradecido por el
esfuerzo de Marta y que ella, de ninguna manera perdió su premio.
Porque, como dice el título de un libro que vi, Señor, Quiero Sentar a
Tus Pies, Pero ¿Quién Limpiará La Cocina?. Con todo, una prioridad de
Dios para nosotros es que nuestras faenas cotidianas no echan fuera
nuestro tiempo de comunión con Él.
En Juan 14:21 encontramos dos maneras de mantener esa casa: amar a Dios
y obedecer sus mandamientos. La desobediencia a Dios ensucia el hogar
que es nuestro corazón. Pero la obediencia que se expresa por amor a Él
hará de nuestros corazones una morada adecuada para Dios ahora, y
estaremos listos cuando Cristo vuelva. A mí me gusta vivir en una casa
limpia y ordenada. Estoy seguro que aún más todavía, esto es lo que
Dios también le gusta.
La siguiente oración nos puede ayudar a distinguir entre las normas
externas y las eternas: Ayúdame, Padre, a limpiar mi corazón de la
misma forma que limpiaría mi casa. Saca todo el polvo y las telarañas
del orgullo, los malos sentimientos y el prejuicio. Quiero mantener un
corazón limpio que sea tu morada.
TU CORAZÓN HA DE SER EL HOGAR DE DIOS.
(Mateo 23:38-39) e aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os
digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que
viene en el nombre del Señor.
Un empresario muy apurado pidió unas tostadas con mantequilla en el
mostrador de comidas rápidas de un aeropuerto. Agárrelas usted mismo,
dijo la mujer detrás del mostrador con tono poco amigable. No tenemos
personal para atenderlo, añadió enseguida.
Ajetreado y molesto, el empresario camino hacia el mostrador del otro
establecimiento más cercano. Quisiera unas tostadas con mantequilla,
por favor le dijo a la persona que estaba detrás del mostrador.
Muy buenos días, querido amigo dijo ella, siéntese libre de coger
las tostadas más grandes y calientes y póngales toda la cantidad de
mantequilla que desee. Las encontrara al final de esta vitrina. En un
momento estaré con usted para ver en qué más le puedo servir. Dígame,
¿desea tomar café o té con las tostadas? El empresario disfruto
untando sus tostadas con una sonrisa de oreja a oreja.
Las dos camareras dijeron básicamente lo mismo. Pero la segunda era una
profesional que volteo la actitud negativa de su cliente en una
excelente oportunidad para mostrar sus conocimientos. Respondiendo con
una actitud positiva empleando la cordialidad y el respeto hacia la
persona, pudo obtener mejores resultados para ambos.
La pregunta es ¿Como cristiano, cómo puedes realizar esta habilidad de
ser paciente y amable de corazón si por naturaleza eres enojadizo? El
problema cosiste básicamente en la manera de pensar. La persona que se
habitúa a pensar negativamente siempre se le agota pronto la paciencia
porque piensa que todo y todos van constantemente en su contra. Pero
esta mentalidad también se ha acostumbrado a eliminar a Dios de los
casos diarios.
La Biblia dice, Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos
mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es
la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.(Romanos
12:2) Eso quiere decir que al tener la mente renovada conforme la
voluntad de Dios, podemos ver y entender cuantas cosas Él esta haciendo
en nosotros. De otra manera estas obras están escondidas de nuestra
vista.
Cuando entendemos cuan grande es el amor de Dios por nosotros y cuan
involucrado esta con nuestras vidas cotidianas (y en realidad ya está
envuelto). También podemos entender que Él esta obrando todo a nuestro
favor. Al comenzar a considerar la vida desde el punto de vista Bíblica
podemos ver que es verdad que todo trabaja para nuestro bien y Dios,
sí, esta haciendo cosas hermosas con nosotros cada día.
Esto te presenta con una magnífica oportunidad de iluminar el día de alguien cerca de ti.
Practica diariamente en transformar tu manera de pensar y las
situaciones aparentemente negativas, en unas buenas oportunidades para
aprovechar. Solamente es cuestión del punto de vista.
PARA AQUEL QUE PIENSA DE UNA MANERA PURA, TODO ES PURO.
(Filipenses 4:8-9) Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero,
todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo
honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto
meditad. Lo que también habéis aprendido y recibido y oído y visto en
mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con vosotros.
Muy pocas personas llegan a ser expertas en algo completamente a solas.
Siempre es necesario el apoyo de una comunidad de personas con
semejantes pasiones. Aunque hay músicos que no han estudiado
formalmente su arte, si son hábiles, es porque tocan con otros músicos
y aprendan de ellos. ¿Dónde esta el atleta que logra la excelencia a
solas? Hay pocos sabios que alcanzan la sabiduría sin la sabiduría
acumulada de los siglos que se enseñan en los centros de aprendizaje y
bibliotecas. ¿Cuál empresario multinacional hace todo a solas sin los
expertos dedicados a las finanzas, ingeniería, estudios del mercado y
personal? Cualquier forma de excelencia requiere la participación en y
el apoyo de una comunidad de gente con semejante mentalidad.
De la misma manera en la vida cristiana. Difícilmente se alcanza la
madurez espiritual a solas. El cristiano debe ser una criatura
gregaria. Dios ha hecho que la vida cristiana sea así. Cristo dijo, Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos. A veces es indispensable orar con otros creyentes para
tener una oración eficaz. Por esto Cristo dijo, si dos de vosotros se
ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les
será hecho por mi Padre que está en los cielos.(Mateo 18:19-20)
Esto no quiere decir que nunca debamos tomar tiempo para estar a solas
con Dios. Por el contrario, Cristo mismo dijo que hay algunas cosas que
debemos hacer totalmente a solas; entre nosotros y Dios nada más. Pero
en cuanto a la plenitud de nuestras vidas espirituales, el Señor nos ha
dicho que debemos habitar juntos en armonía y tener comunión los unos
con los otros. Es más, I Juan 1:7 nos dice que si no hay pecado en
nuestras vidas, buscaríamos ésta comunión los unos con los otros.
Desde el principio, Dios dijo que no era bueno que el hombre estuviera
solo. Yo sé que este versículo se refiere al hombre y su esposa, pero
¿qué es el matrimonio sino un ejemplo que Dios nos ha dado para
expresar nuestra relación con Él? (Efesios 5:21-32) Siendo este el
caso, juntamente con la verdad de que los hijos son el gozo del
matrimonio y uno de los propósitos de su existencia, podemos concluir
que la familia es un ejemplo que Dios nos ha dado de la iglesia. La
iglesia, sí, es una familia. Es la familia de Dios.
Yo sé que existen familias que no conocen la unidad y se han
distanciado los unos de los otros. Pero sabemos también que estos son
casos tristes e indeseables. Entonces ¿Cómo debe ser la familia sino
unida y gozando de la constante y dulce comunión los unos con los otros?
DIOS, EN SU AMOR, NOS HA DADO LA IGLESIA. NO DESPRECIES LO QUE ÉL TE HA OFRECIDO.
(Filipenses 2:1-2) Por tanto, si hay algún estímulo en Cristo, si hay
algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún
afecto y compasión, haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir,
conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo
propósito.
Un periódico en Estocolmo, Suecia, reportó el pasado octubre que una
familia estaba perpleja porque no sabía la razón que las papitas
fritas que comíaN tenían un sabor más condimentado que lo normal. El
misterio pronto se solucionó cuando encontraron un ratón muerto en el
fondo de la bolsa.
Todos teníamos ganas de regurgitar cuando lo vimos. El sencillo
pensamiento de haber puesto estas golosinas en mi boca me hizo sentir
enferma, dijo Laila Axelsson a los reporteros del Trollhattans
Tidning. Su hija dijo, Tenían un sabor raro y al masticarlas eran un
poco chiclosas.
Los científicos de la fabrica dicen que el ratón parecía estar desecado
o frito pero no se explicaba cómo llegó a estar en la bolsa. Harald Osa
dice que la fabrica tiene maquinaria que debe detectar objetos extraños
en las bolsas y que el ratón debería haber entrado después de salir la
bolsa de la fabrica.
Las obras desagradables del mundo no se presentan como tal. En su
intento de atraer al creyente al poder de su veneno, el diablo emplea
una atracción engañosa y le da la apariencia de algo deseable. Pero la
Palabra de Dios da claros avisos a todo aquel que hace caso de sus
advertencias. Siendo debidamente alertados a los peligros del mal
debemos pensar en las tentaciones del mundo como algo insoportable que
alguien presenta ante nosotros para comer.
Imaginan un suculento platillo de buitre asado con caldo de cucarachas.
¿Qué te parece un preparado de mofeta agusanada y dejada para añejar
por unos cinco días en el sol? ¿Tienes sed? Te daré de beber la sangre
de un perro atropellado en la carretera diluida con agua del
alcantarillado. Estoy seguro que después de oír de estas comidas, si
se te hace agua la boca es más probable que es porque vas a vomitar y
no que te apetece comer algo de eso. Con todo, peor aún, es el pecado.
Hermanos, disculpa si te parece un poco fuerte estas descripciones.
Pero si no vemos al pecado tal y cual como es, somos capaces de ser
engañados por su poder seductor y llevados presos hacía la destrucción.
Antes de conocer a Cristo esto era lo que comíamos. Pero Cristo nos ha
abierto nuestros ojos y ahora es nuestro deleite participar en los
manjares del Pan de Vida y beber del Agua Viva. Por esto Cristo comparó
a si mismo como lo más deseable que uno podría comer. Jesucristo dijo
que debemos comer de Él.
SOMOS LO QUE COMEMOS.
(Apocalipsis 2:7) El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en
el paraíso de Dios.
En un diario de Ontario, Canadá, apareció el siguiente aviso: El
lector quizá encuentre algunas erratas de imprenta en este diario.
Tenga en cuenta que son intencionadas. Este diario trata de imprimir
algo para todo el mundo y hay personas que siempre buscan las faltas.
La crítica y la mentalidad que siempre busca faltas vienen de la raíz
inesperada de la falta de gratitud. Dice la Biblia, El hombre saciado
aborrece la miel, pero para el hombre hambriento todo lo amargo es
dulce.(Proverbios 27:7) La gratitud es más que una actitud, es una
virtud. Digo esto porque una persona verdaderamente agradecida por
naturaleza es tan rara como un perro que se ha olvidado cómo ladrar.
La evidencia de esto se encuentra por donde quiera. Encontramos
personas de perfecta salud que se suicidan porque tenían algún
problema, en cambio hay personas en sillas de ruedas o en lecho de
desahuciados que desean vivir. Hay otras personas que podrían gozar de
buena salud, pero la destruyen intencionalmente a causa del abuso del
alcohol y las drogas. Con la salud ganamos la vida, pero estos no
agradecen a Dios por esta bendición.
He conocido padres de familia que son de lo más amorosos, piadosos y
atentos y que han dado todo para sus hijos. Pero sus hijos son unos
criminales de guerra y viven para hacer sufrir a los únicos en este
mundo que les quiere. Los padres oran largas horas por sus hijos que se
entreguen a Cristo. Lo peor es que estos hijos causan angustia a sus
padres para complacer a los que no darían ni la hora del día para
ellos. Estos hijos son ingratos y no saben agradecer la bendición de la
familia.
Por el otro lado he conocido jóvenes de los más nobles y fieles al
Señor, diligentes y que se esfuerzan para salir adelante con sus
estudios. Ellos no tienen nada de apoyo de sus padres, que muchas veces
son esclavos del vicio y del egoísmo. Estos se han entregado al Señor
sin la influencia de los padres y los padres les fastidian siempre
porque asisten a las reuniones de la iglesia. Estos padres son mal
agradecidos por la bendición de los buenos hijos que Dios les ha dado.
La lista de estas evidencias es interminable. Cuán fácil es no
agradecer a Dios por todo lo que tenemos y buscar motivo de quejas y
crítica. Pero tal como los hijos de Israel que no apreciaron el Templo
y la Presencia de Dios en medio de ellos, casi siempre ocurre que no
sabemos lo que tenemos hasta que lo hemos perdido. Muchas veces la
falta de gratitud ocurre porque no vemos el cuadro entero. Tenemos
gríngolas puestas en nuestros ojos como los caballos de carrera que los
dejan ver solamente lo que esta justo delante de ellos.
LA VIRTUD DE UN ESPÍRITU AGRADECIDO HONRA A DIOS.
(I Tesalonisenses 5:18) dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.
Un suboficial estaba dirigiendo las reparaciones de un edificio militar
durante la revolución norteamericana. Daba órdenes a gritos a los
soldados que tenía bajo su mando tratando de lograr que levantaran una
pesada viga de madera.
Mientras los soldados luchaban en vano para colocar la viga en su
lugar, un hombre que pasaba por allí se detuvo para preguntar al que
estaba encargado por qué no ayudaba a los otros hombres. Con toda la
pompa de un emperador, el soldado a cargo respondió: «Señor, ¡yo soy un
cabo!»
«¿De veras? --contestó el que pasaba-- no lo sabía.» Luego, quitándose
el sombrero y haciendo una reverencia dijo: «Disculpe, cabo.» Entonces
el extraño dio unos pasos y se unió a los soldados para ayudarlos a
levantar la pesada viga. Cuando el trabajo estuvo terminado se volvió y
le dijo al cabo: «Señor, cuando tenga otro trabajo así y no tenga
suficientes hombres, envíe a llamar a su Comandante en jefe, y yo
vendré a ayudarle por segunda vez.» El cabo se quedó estupefacto. La
persona que le hablaba era el general
Washington.
Dios mide la grandeza por el servicio. El Señor Jesús puso el ejemplo,
porque aunque era Dios y digno de todo honor, «no vino para ser
servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos»
(Mateo 20:28).
Si queremos ser grandes a los ojos de Dios, debemos servir.
(Juan 13:13-15) Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón,
porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies,
vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he
dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
LA VERDADERA GRANDEZA NO SE LOGRA DANDO ÓRDENES, SINO SIRVIENDO.
En las aguas del océano cerca de Indonesia vive una especie pulpo que
tiene la habilidad asombrosa de cambiar su forma, color y
características de comportamiento de tal manera que se parece casi
idéntico a una variedad de animales distintos. Estos increíbles
impresionistas octópodos pueden tomar la apariencia de un platija (una
especie de pescado), una serpiente de mar, un pez-león, un cangrejo,
una anguila, una medusa, una esquila, dos clases de estrella de mar, un
caballo de mar y un buen número de otros animales.
Todas estas criaturas son tan distintas unas de otras que deja a los oceanógrafos más estudiados rascando la cabeza.
Nadie sabe con ciencia fija porqué toman una o otra apariencia, pero el
mar es un lugar peligroso para un animal invertebrado con un cuerpo
blando como el pulpo mímico. Hay predadores por donde quiera y vale la
pena tomar el aspecto de un pescado venenoso como un pez-león o una
serpiente de mar o ser algo que apetece poco comer como una medusa.
Estos pulpos no se limitan a ser expertos en al arte del disfraz, sino
que se enumeran entre los animales más inteligentes del mar junto con
los delfines y orcas. Los pulpos pueden aprender como desenroscar las
tapaderas de jarras si vean que hay comida en ellas y escapar de la
cautividad por la apertura más pequeña. Esta inteligencia los hace
cazadores formidables.
¿Sabes qué? Yo creo que conozco algunos que dicen ser cristianos que
tienen esta habilidad. Es que el domingo están en la iglesia y dan toda la
apariencia de ser creyentes. Van al trabajo o la escuela el lunes y
conforme la gente con que se juntan así son sus cambios. Lo hacen con una
naturalidad que podrían ganar un óscar de los críticos más tenaces de
Hollywood.
Nadie sabe porque lo hacen y creo que ni ellos entienden sus actos.
Pero pienso que lo hacen porque son blandos de carácter y como el pulpo
y no tienen espina dorsal. En su falta de valentía espiritual se echan
mano a toda la astucia e inteligencia que tienen para salir con las
suyas. Son actores profesionales y es interesante notar que la palabra
actor en griego es la palabra hupokriteos que fácilmente se traduce hoy
en el castellano como hipócrita.
Los mímicos puedes ser muy peligrosos. Cuando hay tales actores en la
iglesia, hacen una cantidad increíble de daño. La Biblia habla de
varios mímicos famosos: Judas, Ananías y Safira, Simón el Mago y
Absalón, el hijo de David. Este último era un mímico perfecto;
físicamente bien apuesto y un locutor alucinante. Pero su corazón
estaba lleno de malignidades. Todos los que fueron tomados por su
engaño sufrieron. El peor de todos los casos era el fin del mismo
Absalón. La triste realidad de la hipocresía es que la persona que más
sufre al final de la historia, después que ellos han hecho sufrir a
incontables otros, es el mismos mímico.
LOS HOMBRES MALOS SON MÁS MALOS CUANDO SE PRESENTAN COMO BUENOS.
(I Corintios 5:8) Por tanto, celebremos la fiesta no con la levadura
vieja, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con panes sin
levadura de sinceridad y de verdad.
Leí una historia contada por el Dr. Tony Evans que decía de la
siguiente manera: Se cuenta que un grupo de barcos de la marina había
salido a hacer maniobras de combate por varios días. Una noche, estando
el capitán de uno de los barcos en la torre de mando, uno de los
marineros le indica que ve una luz acercarse por la proa. El capitán,
al darse cuenta de que estaban en peligro de chocar, le dice a uno de
los marineros: Haga una señal a ese barco y dígale que estamos a punto
de chocar. Aconseje que gire treinta grados.
Al volver, la contestación se leía: Aconsejable que ustedes giren treinta grados.
El capitán entonces responde: Vaya, marinero, y dígale a ese
irrespetuoso: Soy capitán de la marina de guerra, y le ordeno que gire
treinta grados.
La respuesta no se hizo esperar: Soy un marinero de segunda clase. Aconsejo que inmediatamente cambie su curso treinta grados.
En ese momento, el capitán estaba totalmente furioso, Gritando a viva
voz le dijo al señalero: Dígale a ese estúpido: Esta es la fragata
misilística Intrépido. Le ordeno a que cambie su curso treinta grados.
¿Oh sí?, vino la respuesta, Bueno, este es el Faro de San Sebastián.
Cambien su curso o se hunden... Entonces la fragata misilística,
quietamente, ¡cambió su curso treinta grados!
El hombre es un ser creído y auto confiado. Pero Dios ha visto desde el
principio el desvío de la raza humana y ha dicho, Hay camino que al
hombre le parece derecho, pero al final, es camino de muerte. (Proverbios 14:12) Tal como el mensaje a la fragata misilística era que
tenía que cambiar su dirección o enfrentarse con su destrucción, Dios
clama a voz en cuello al hombre que se arrepienta y cambie el camino de
su vida desviada. El hecho de que Dios ha concedido el arrepentimiento
al hombre pecador es evidencia, en si, de Su gran amor para con
nosotros.
De manera que Dios ha mandado a sus hijos a anunciar el arrepentimiento
a todo el mundo para que abran sus ojos a fin de que se vuelvan de la
oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban,
por la fe en Cristo, el perdón de pecados y herencia entre los que han
sido santificados. (Hechos 26:18)
ES TIEMPO DE EXAMINAR TU CAMINO PARA VER SI ESTÁS EN CRISTO O NO.
(Mateo 3:2) Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
¿Cuántas veces parece que nuestro sincero y amoroso trabajo se realiza
sin reconocimiento, agradecimiento o aprecio? El otro día conté a mi
hijo de la vez que J.S. Bach entregó una hojas en las cuales estaban
escritos una obra de música a un "noble" en forma de regalo. El noble
las recibió sin darle las gracias o si quiera reconocer la existencia
del gran compositor. Después de la muerte del "noble" (y de Bach),
dichas hojas fueran encontradas en su biblioteca ... sin ser vistas o
usadas.
Resultaron ser la obra maestra del maestro y entre las más famosas
obras clásicas jamás escritas: Los Conciertos de Brandenburg. Al oír
esto, mi hijo respondió, "¡Ay qué idiota, mano!
La Biblia contiene muchos incidentes en los que determinadas personas,
cuyos nombres no se conocen, prestaron ayuda. En 1 Samuel 30 leemos que
los soldados de David hallaron a un joven a quien un ejército enemigo
había dejado atrás. No se da el nombre del esclavo egipcio, pero el
mismo suministró a David una información clave que lo ayudó a rescatar
a su familia.
También pienso en el muchacho cuyo almuerzo de pan y pescado fue
multiplicado por Jesús para alimentar a miles (Juan 6:9), el dueño del
pollino en el que Jesús entró a Jerusalén (Lucas 19:33), y el dueño de
la casa en la cual Jesús y sus discípulos comieron la última Pascua
(22:11). Luego está el muchacho que salvó la vida a Pablo (Hechos
23:16-22).
En nuestro mundo de hoy hay muchas personas, cuyos nombres nunca se
publican, que no reciben reconocimiento ni escuchan el aplauso de los
demás. Muchos oran fielmente, dan con sacrificio, y sufren
pacientemente por Cristo. Incontables madres cuidan calladamente a sus
familias, y muchos hombres y mujeres testifican con valor a compañeros
de trabajo y vecinos. Puede que no se les nombre ni se les alabe aquí y
ahora, pero en el cielo, el último será el primero (Mateo 19:30).
Sé paciente, amado hijo de Dios a quien nadie nota. ¡Tu recompensa viene!
(I Corintios 15:58) Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes,
constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que
vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
ES MEJOR SER FIEL QUE FAMOSO.
Cuando era niño mi mamá tenia una amiga llamada Wilma. Ella había
tenido muchas dificultades en su niñez porque luchó con el polio y esta
enfermedad la dejó con una pierna torcida y su pie doblado
horriblemente a un lado. Así que tuvo que poner una especie de frenos
en sus piernas para enderezarlas. Después de siete años dolorosos y
mucha terapia logró caminar sin la asistencia de los frenos.
A la edad de doce años Wilma intentó calificar para jugar en un equipo
de baloncesto y fue excluida. Pero ella estaba determinada y cada día
practicó con una amiga y dos muchachos y el próximo año fue aceptada.
Durante uno de los juegos un entrenador de una universidad la vio jugar
y la convenció a dejarle entrenarla para las carreras. Cuando ella
alcanzó la edad de catorce años ella había ganado a los corredores más
veloces en los Estados Unidos. En 1956 ella fue aceptada en el equipo
Olímpico pero fue derrotada rotundamente. La experiencia fue amarga
pero en vez de deprimirse, ella trabajó aún más arduamente para estar
en el equipo Olímpico para los juegos de 1960 en Roma. En estos juegos
Wilma Rudolf ganó tres medallas de oro; más que cualquier otra mujer
había ganado en la historia de los Juegos Olímpicos hasta aquella fecha.
Ella es un ejemplo para cada persona que se ha enfrentado con
dificultades y obstáculos para lograr sus objetivos. En vez de confesar
la derrota y flaquear en sus intentos, no admitía el fracaso y lograba
el anhelo de su corazón. Pero considerando esto me ha hecho pensar en I
Corintios 15:6 que dice que Cristo "se apareció a más de quinientos
hermanos a la vez..." Así que eran quinientos hermanos que vieron a
Jesucristo después de Su resurrección. Diez días antes de su ascensión
Cristo había reunido a todos y "les mandó que no salieran de Jerusalén,
sino que esperaran la promesa del Padre: La cual, les dijo, oísteis de
mí;" (Hechos 1:4). Con todo, según Hechos 1:15, en día de Pentecostés
solamente había 120 en el aposento alto esperando la Promesa del Padre.
Lo que quiero saber es, ¿Qué pasó con los otros 380 hermanos que vieron
a Jesucristo después de Su resurrección? ¿Porqué no estaban en el
aposento alto con los ciento veinte cuando descendió el Espíritu Santo?
¿Llegaron a la conclusión de que tenían otras cosas más importantes que
hacer que estar en un interminable culto de oración? Puede ser que
después de cinco o seis días comenzaron a dudar la Promesa de Cristo y
se fueron a sus casas para reconsiderar lo que tenían que hacer.
Cualesquiera que fueran las situaciones que embargaron a estos 380, fue
el motivo que los robó la bendición de ser contados entre los primeros
que recibieron el don del Espíritu Santo.
Todo lo que vale la pena tiene un precio y todo lo que Dios nos manda a
hacer es valioso. Nos costará algo y tendremos que aguantar
dificultades y obstáculos para realizar nuestras metas, pero esto
solamente sirve para hacer que nuestra inevitable victoria sea más
dulce cuando la alcanzamos.
NUNCA DEBEMOS DESMAYAR EN SEGUIR LO QUE DIOS NOS HA MANDADO A HACER.
(Hebreos 12:3) Considerad, pues, a aquel que soportó tal hostilidad de
los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis
en vuestro corazón.
Hace como veinticinco años yo era el único creyente en el instituto
donde ejercía mi carrera de profesor. Dios me bendijo en esta facultad
y tuve mucho éxito con mis alumnos. Después de graduarse, muchos
lograron obtener buenos trabajos y alcanzar metas más altas en la vida.
Más importante todavía, muchos se entregaron a Cristo y están sirviendo
a Dios con alegría hasta el día de hoy.
Aunque lo pasaba muy bien con mis estudiantes, a veces pasaba dolores
de cabeza con uno de los directores de la academia. Miguel era muy
buena gente, pero según lo que podía ver, no tenía nada de aprecio por
el evangelio y a veces se oponía abiertamente. De manera que yo estaba
seguro que mi testimonio no tenía ninguna influencia sobre él.
Un invierno cayó una fuerte nevada y ocasionó, cerca de la escuela, un
accidente automovilístico en que murieron siete personas. De este día
en adelante cada vez que nevaba me ponía algo nervioso. Aconteció al
paso de tiempo que hablaba con Miguel del incidente y de conducir en la
nieve y le dije, ¿Sabes que? Cada vez que comienza a nevar me da
nervios.
Yo seguí adelante como nada, cuando comencé a sentir un silencio casi
palpable. Miré a Miguel y me estaba mirando con un gesto de asombro en
la cara y me dijo con convicción, ¡Tú, de todas las personas aquí no
debes tener nervios de esto! En este momento me di cuenta que él,
seriamente, estaba observando y considerando mi testimonio cristiano.
Si somos fieles y sinceros en nuestra dedicación a Cristo nunca sabemos
cual es la influencia que nuestro testimonio puede tener sobre los que
están a nuestro alrededor. A veces parece que nuestra influencia es
relativamente imperceptible. La mayoría de nosotros no somos famosos y
distinguidos personajes. Quizás no tenemos posiciones de grande impacto
sobre la sociedad y nuestros nombres no aparecen en los periódicos como
personas rebuscadas por nuestra popularidad.
Con todo, yo creo que nuestro testimonio tiene una influencia e impacto
en este mundo que a veces pasa desapercibida por nuestros ojos. No
debemos preocuparnos con lo que parece ser nuestra falta de influencia.
Antes bien debemos interesarnos con el mandato de Cristo, Así brille
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo
5:16)
AÚN LA LUZ MÁS PEQUEÑA HACE UNA DIFERENCIA GRANDE EN UN LUGAR OSCURO
(Efesios 5:8) porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz