December 2010 Archives

GRACIA SIN PREJUICIOS!!

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Gracia sin prejuicios

Ahora lo hemos oído nosotros mismos, y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo (Juan 4: 42).

POCO DESPUÉS, JESÚS DEJÓ LA PROVINCIA de Judea para regresar a Galilea. Había por lo menos tres maneras de ir. Una, por la ribera del Jordán, vía Jericó; otra, por la costa del Mediterráneo, vía Cesárea; y la tercera, por las llanuras centrales de Palestina, que atravesaban la provincia de Samaría. Pocos judíos escogían este camino, aunque era más corto, a causa de su enemistad con los samaritanos, quienes frecuentemente les negaban agua, comida y hospedaje. Jesús, guiado por su Padre, escogió este camino.
Tenía el anhelo de compartir el evangelio con los discriminados samaritanos. Jesús y sus acompañantes llegaron, cansados del camino, al pozo de Jacob, cerca del pueblo de Sicar. Fue allí donde Jesús tuvo la conversación con la mujer samaritana. Dios lo guió para compartir su carácter con esa pobre mujer, y con todos los habitantes del pueblo.
Tan grande era el amor de Cristo por esa mujer, que hizo varias cosas que salieron de las convenciones sociales de aquellos días. En primer lugar, se puso a conversar con una mujer. Ningún hombre decente debía dirigirse a una mujer en la vía pública. En segundo lugar, ningún hombre decente debía hablar con una mujer extraña a solas. En tercer lugar, ningún hombre decente debía hablar con una mujer de baja reputación moral. Además, existía el prejuicio de hablar con samaritanos, menos aun con una mujer samaritana.
Pero a Jesús le importaron muy poco esos prejuicios. Él había venido a revelar el carácter de Dios, y no podía ceder a discriminaciones y escrúpulos que separaban a las personas. Habló de la salvación a una pobre mujer que estaba agobiada por una vida de pecado. Para él, cumplir esta misión de mostrar la gracia de Dios era lo más importante. Era tan importante que, aparentemente, hasta se olvidó de comer y beber. De hecho, hablando del incidente, dijo: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra» (Juan 4: 34).

Gracia sanadora

Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes a él le place (Juan 5: 21).

DESPUÉS DE MINISTRAR UN TIEMPO en Galilea, Jesús fue a Judea, probablemente en ocasión de la siguiente fiesta de la Pascua. Entró a Jerusalén por la Puerta de las Ovejas. Cerca de allí había un estanque conocido como el estanque de Betesda. Tenía cinco portales, donde la gente pernoctaba. Era curioso, porque en ciertos momentos el agua se agitaba por la turbulencia de una corriente interna e intermitente. Los supersticiosos creían que un ángel descendía del cielo y agitaba el agua. Se creía que esto le daba poder curativo, de modo que el primero que entrara en el agua sanaría de su enfermedad. Por eso se reunían allí muchos enfermos con la esperanza de sanar.

Jesús caminaba por allí, y vio aquel cuadro triste de gente que ponía su confianza en una superstición, solo para frustrarse. Un caso desesperado llamó su atención. Era un hombre inválido que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Reflejaba en su rostro la frustración y la desesperanza. Jesús tuvo compasión de él, se inclinó y le dijo: «¿Quieres quedar sano?» (Juan 5: 6). El inválido detectó el deseo de Jesús de ayudarlo; y para despertar su sensibilidad, le dijo: «No tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua» (vers. 7). Entonces Jesús le respondió: «Levántate, recoge tu camilla y anda» (vers. 8). El hombre obedeció la voz de Jesús, y al intentarlo, halló que sus miembros inválidos le respondían. Al instante fue sanado.

Jesús escogió este caso especial para mostrar la gracia sanadora de Dios, lo hizo para enseñar que la Deidad puede vivificar la vida de cualquiera que se sienta paralizado por el mal. Aquel pobre hombre se había enfermado por años de pecado, pero el sufrimiento le enseñó a depender de la gracia de Dios, y Cristo se la mostró. Así lo hará hoy contigo.

Que Dios te bendiga,


DEVOCIONAL: HUELLAS DEL CREADOR

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Un europeo incrédulo viajaba por África, y una madrugada encontró a uno de los guías de la caravana abismado en la oración. Le preguntó con cierta ironía, "¿Y cómo sabes tú que realmente existe Dios?"

El árabe le dio esta magnífica respuesta, "Mirando la arena del Sahara descubro por las huellas, si un hombre o una fiera pasó por ahí. De la misma manera, si veo el mundo, por las huellas que en él descubro adquiero la certeza de que por allí pasó Dios".

De la misma manera, en este día de la Navidad tenemos la certeza que Dios ha enviado a Su único Hijo al mundo. La Navidad es la certeza del amor que Dios para nosotros. El nacimiento de Jesucristo es la única razón que llamamos este período de tiempo. Lo llamamos "La Encarnación" porque Dios fue manifestado en la carne.

¡Jesucristo vive! Así que, durante este día demos gracias a Dios por Su amor inalterable y eterno porque la celebración de la Navidad es la evidencia que amó Dios al mundo y dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna. Jesucristo es la única razón que existe la Navidad. ¡Feliz Navidad!

ES IRÓNICO QUE HASTA LOS QUE DICEN QUE NO CREEN EN CRISTO DICEN "FELIZ NAVIDAD".

(I Timoteo 3:16) E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.

Hno. Prince Parker

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LIBRES DE LA MUERTE!

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Libres de la muerte

Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo (1 Juan 5: 11).

LA HERENCIA DE MUERTE de Adán revierte en vida eterna para los que se cambian a la familia de Cristo. Por esta causa, somos libres del dominio del pecado y de la condenación. Esto quiere decir que somos justos ante Dios, no por lo que nosotros hicimos sino por lo que Cristo hizo.
Pero en Adán también hemos heredado la muerte; transitoria, primero; eterna, después. Pero los que se cambian a la familia de Cristo no reciben la muerte sino la vida. Leamos: «Pues si por la transgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por medio de un solo hombre, Jesucristo. Por tanto, así como una sola transgresión causó la condenación de todos, también un solo acto de justicia produjo la justificación que da vida a todos» (Rom. 5: 17, 18). «A fin de que, así como reinó el pecado en la muerte, reine también la gracia que nos trae justificación y vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor» (vers. 21). En el caso de Adán, el pecado trajo condenación y muerte. En el caso de Cristo, el perdón trajo justificación y vida eterna.
La herencia de Adán es maldita; la de Cristo, bendita. Lo que era un futuro de muerte se ha transformado en esperanza de vida: «La dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor» (Rom. 6: 23). «Sin embargo, Dios nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados» (Col. 2: 13). «Y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a la luz la vida incorruptible mediante el evangelio» (2 Tim. 1: 10). «Así lo hizo para que, justificados por su gracia, llegáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna» (Tito 3: 7).

Hijos de dos mundos

Nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder (Romanos 6:6).

CUANDO ACEPTAMOS A CRISTO como nuestro Señor, llegamos a ser parte de su familia. Renunciamos a la familia de Adán para pertenecer a la nueva de Cristo. Pero cambiar de familia tiene serias implicaciones. El apóstol Pablo lo dice con mucha claridad: «De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos. No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia» (Rom. 6: 11-13). Las personas que se cambian a la familia de Cristo deben vivir en armonía con las normas que la gobiernan. No es posible que sigamos viviendo como cuando pertenecíamos ala familia de Adán. El apóstol dice que necesitamos morir al pecado; que no debemos permitir que el pecado reine en nuestro cuerpo ; no ofrecer nuestros miembros para hacer el mal; y no debemos permitir que el pecado nos domine. La razón es muy sencilla: cuando Cristo murió, morimos con él al pecado, y resucitamos con él a una vida nueva (Rom. 6:6).
Sin embargo, debemos aceptar una sobria realidad: Tenemos que luchar con los reclamos de nuestra antigua familia. Todavía estamos vinculados físicamente con ella. Heredamos de Adán una naturaleza corrupta. Nuestras inclinaciones todavía son influidas por la herencia de Adán (Rom.7: 21-24). Este es el viejo hombre con el que tenemos que luchar. Mientras vivamos en este mundo, nunca estaremos exentos de inclinaciones malas y tentaciones. Pero debemos recordar que pertenecemos a una nueva familia, y que en Cristo hay poder para resistir y vencer el mal. En él somos más que vencedores.

Que Dios te bendiga,

Diciembre, 17 2010

DEVOCIONAL: EL ENVASE

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Entramos en una habitación y vemos dos recipientes de barro colocados en la mesa al lado del púlpito. Estas jarras proceden de la misma fabrica, son hechas del mismo material y tienen la capacidad de sujetar la misma cantidad de substancia. Con todo, son distintas.

Al verter el contenido de una, emana de ella miel. De la misma manera, al derramar lo que hay en la otra, sale vinagre. Cuando se revuelca un recipiente, lo que hay a dentro es lo que saldrá. Hasta que las jarras fueron vaciadas, la apariencia de ambas era idéntica, la diferencia se encontraba en su interior y no se dejaba ver por fuera.

A veces cuando viajo y ministro en distintas congregaciones y miro sobre la gente, veo un mar de rostros lindos, familias apuestas y personas que aparentan ser de lo más agradables. En verdad, cuan bello es encontrar que es así y que estoy en la presencia de hermanos en hermosa comunión con el Señor. O sea, son vasos llenos de la miel que mana del panal.

También me ocurre lo opuesto y después de conocer a fondo a algunos lo que se presentan a primera y simple vista ser utensilios llenos de miel, son en realidad vasos colmados de vinagre y amargura. Muchas veces esta verdad no se manifiesta hasta que una molestia grande perturba al individuo. Jesucristo dijo, ¿Cómo podéis hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. (Mateo 12:34)

De la misma manera, todo verdadero creyente tiene un tremendo tesoro en su corazón. Tiene a Jesucristo. Pablo lo describió así,

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros.(II Corintios 4:7). 

Si Jesucristo esta en tu corazón y reina allí, no importa si la molestia te acontece repentinamente, lo que saldrá es miel, porque esto es lo que hay en ti.

¿Si alguien pudiera tomarte y verter lo que hay en ti ¿Qué saldría? ¿Revelaría la miel de gracia y paciencia, o el vinagre de amargura y sarcasmo? Si ves que hay vinagre en ti, no te desanimas porque Dios, en Su amor, ha manifestado algo en ti que Jesucristo quiere llevar a la cruz y transformar.

CADA DÍA CRISTO NOS QUIERE REVELAR MÁS DE SU GLORIA CUANDO NOS REVELA MÁS DE NUESTRO PROPIO CORAZÓN.

(Salmos 139:23-24) Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes. Y ve si hay en mí camino malo, y guíame en el camino eterno.

Hno. Prince Parker

DEVOCIONAL: CORDERO AL MATADERO

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Imaginen, si las vacas y ovejas tuvieron el conocimiento de que iban a ser rodeados y llevados al matadero, ¡Seguramente se levantarían y rebelarían para librarse de tal fin! De manera que suelo pensar que no son las bestias más dotadas en inteligencia

Pero, un cordero en Alejandría, Egipto, bien podría ser la excepción para esta regla. Por una seis semanas Waheeb Hamoudah había estado engordando dicho cordero para el Eid al-Adha, la fiesta islámica que conmemora el sacrificio que Abraham hizo par rescatar a Ismael. Como muchos habitantes de las ciudades grandes en aquellos países, él guardaba su animal en la azotea a causa de la falta de campo abierto. Como resultado, por razones conocidas solamente al cordero, Waheeb recibió un cabezazo en las asentaderas y salió volando del terrado del tercer piso de su edificio y se encontró con su muerte.

¡Si Jesucristo, el Cordero de Dios, hubiera tenido la actitud de este cordero, todos estaríamos muertos! Cuando Pedro quiso defender a Cristo con su espada Jesús dijo, ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? (72,000 ángeles). ¿Qué quiere decir eso? Piensa, si en Génesis 19:1-28, dos ángeles destruyeron a Sodoma y Gomorra; y en Isaías 37:33-36, un solo ángel mató a 185,000 en el campamento de los asirios. ¿Qué destrozos son capases de hacer 72,000 ángeles?

Sencillamente para mostrar su poder y el hecho de que Él estaba en control durante Su arresto, cuando se identificó a Sus verdugos en el huerto, todos retrocedieron, y cayeron a tierra (Juan 18:6-8). Con la misma facilidad Él podría haberlos matado. Pero si fuera así, no hubiera cumplido Su propósito. Como Él mismo dijo, ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.

Teniendo el poder infinito para rescatar a si mismo de tan injusta, cruel y horrible muerte, es claro que nadie quitó la vida de Nuestro Señor Jesucristo, sino que Él voluntariamente se entregó su vida con amor en rescate por todos.

(Isaíah 53:5) Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

(Mateo 20:28) como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Hno. Prince Parker

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DEVOCIONAL: CONFUNDIDOS POR LOS HECHOS

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El otro día conversaba con un joven que me estaba hablando de unos ejercicios que hacía en su esfuerzo de mejorar su habilidad en las artes marciales. En un punto, él mencionó que después de sus ejercicios, tomaba un tiempo para la meditación. Al oír esto, me pareció totalmente natural decirle que pensaba que si oraba y hablaba con Dios, sería un mejor uso de su tiempo.

Inmediatamente reaccionó con reacio y dijo

¡Eso de la religión no cuadra conmigo!

Bueno, respondí, creo que tú comenzaste el tema de la religión con eso de la meditación. 

Aún así, no dije nada de la religión. Dije que sería mejor que oraras.

Él respondió que no quería saber nada de la religión porque no le gustaba cuando la gente le decía lo que tenía que hacer. Que no le gustaba eso que la iglesia le quería decir cómo el tenía que vivir su vida.

Respondí, 

¿Y sujetarse al régimen de los artes marciales no es estar sujetado a los dictámenes de otro?

Repetí que le estaba hablando de una relación con Dios, no de la religión y recalqué que estos eran dos temas muy distintos. 

A continuación me dijo algo muy interesante. Me dijo que había intentado orar y Dios nunca le hacía caso.

Meneando mi cabeza con asombro le dije simplemente que él era la persona que me había dicho con vehemencia que no quería hacer caso a los consejos de Dios. Si has dicho a Dios desde antes que no importa lo que Él tenía que decirte, que tú no quería hacerle caso porque tu mente ya estaba decidida a no hacerle caso. Ahora ¿porque crees que Dios está obligado a hacerte caso a ti? Me estás diciendo, No me confundas con los hechos porque mi mente está decidida. El joven quedó muy callado y pensativo.

Los hombres son capaces de inventar excusas y pretextos para justificar casi cualquier obra, pecado o característica malévolo. Inventan excusas que ni siquiera ellos mismos creen y con todo esperan que Dios les crea.

Cuando el rey recibió la excusas inútiles de los convidados, los rechazó rotundamente tal como Dios hará a todas los subterfugios que los seres humanos le presentarán en el día final. Si examinas las evasivas presentadas por los invitados, observarás que son horribles confabulaciones. Es así efectivamente porque no hay razón que vale para rechazar cosa alguna que Dios nos ofrece siendo que Él nos ama. En Su gran amor Cristo extiende Sus manos hacía nosotros totalmente para nuestro bien.

LAS EXCUSAS SON INÚTILES PORQUE ¿QUÉ PODEMOS ESCONDER DE DIOS?

(Proverbios 28:13) El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los 
confiesa y los abandona hallará misericordia.

Hno. Prince Parker

DEVOCIONAL: CONCEPTOS EQUIVOCADOS

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La calentura azotaba su cuerpo a causa de la infección mortal que había tomado control de sus riñones. Los múltiples ataques de malaria estaban cobrando su precio en la vida de este valiente siervo de Dios que había dedicado su vida al campo misionero en Guinea Ecuatorial. Por fin, todos decidieron trasladarle a Camerún donde se encontraban facilidades médicas mejores. Llevaron con presteza el efímero ministro en una avioneta a dicho país. Pero a pesar de todo el esfuerzo de salvar su vida, un poco después el dedicado joven ministro pasó de este mundo tenebroso a los brazos amorosos de nuestro Señor en Su reino de luz.

Así terminó el ministerio terrenal del misionero mejicano, Joel Rangel, de la iglesia Fe, Esperanza y Amor de Guadalajara, Jalisco, Méjico. Joel tenía más o menos 39 años de edad, y ha dejado aquí una esposa y tres hijos. Muchos podrán preguntar, "¿Para qué este desperdicio?" (Marcos 14:4; Juan 12:4). Al hacer esta pregunta estarían de acuerdo con Judas Iscariote. Ellos no entienden la seriedad y valor de la comisión que Dios ha encomendado a Su Iglesia. Pero Joel sí, y con todo lo que le costó, estaba en el corazón de la voluntad de Dios. Él dio su vida para alcanzar a la gente de Guinea Ecuatorial.

Creo que una de las razones que el mundo no ha sido evangelizado en nuestra generación es porque la iglesia, en general, tiene miedo de la idea de que nos podría costar nuestra sangre para hacerlo. Pedimos a Dios que nos revela Su voluntad para nuestras vidas, pero si lo que nos revela involucra sufrimiento, reprendemos la revelación como si fuera del diablo. Muchos se lanzan con ideas románticas hacia el campo misionero y si se encuentran con dificultades, luego regresan desanimados porque había incomodidades obstáculos y sufrimiento. ¿Porqué? Porque la idea de "servir a Dios nos podría costar nuestras vidas" es ajeno a nuestro concepto del cristianismo, pero no es improcedente a la Biblia.

Para saber la perfecta voluntad de Dios en nuestras vidas, hace falta la crucifixión total de la carne. En el mundo occidental, la mayoría de los creyentes se han acostumbrado a la holgura de tal manera que automáticamente asumen que la voluntad de Dios involucre su comodidad. Si hay algo que violenta su bienestar o da lo más leve indicio de peligro, el creyente se siente justificado para concluir que no era la voluntad de Dios. Muchas 
veces la gente se siente que Dios les falló porque tuvieron dificultades fuertes. Pero la realidad es que no es Dios que ha fallado, sino su concepto de Dios; un concepto indiscutiblemente falso.

Eso no quiere decir que debemos buscar nuestro propio daño. Sino que si estamos verdaderamente dispuestos a hacer plenamente la voluntad de Dios y esforzarnos para que el evangelio se esparce a todo el mundo, debemos estar dispuestos a pagar cualquier precio.

(Juan 21:18-19) De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.

Hno. Prince Parker

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HERENCIA DE PECADO

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Herencia de pecado

Todos han pecado y están privados de la gloria de Dios (Romanos 3: 23).

PUESTO QUE SE REQUIERE ESFUERZO PERSONAL para decidir pertenecer a la familia de Cristo, y frecuentemente esto no se puede hacer sin dolor y quebranto, vale la pena reflexionar sobre las implicaciones que tiene ser miembro de la familia de Cristo, o quedarnos en la familia de Adán.
En días anteriores reflexionábamos que al pertenecer a Cristo, recibimos una herencia invaluable e infinita: Llegamos a ser herederos y coherederos con Cristo. Para saber realmente lo valioso que es cambiarnos de familia, veamos brevemente cuál es la herencia que recibiremos de cada una.
De parte de la familia de Adán, ya hemos recibido parte de su herencia. El apóstol Pablo lo describe así: «Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo» (Rom. 5: 12). «Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores» (vers. 19). El apóstol nos dice que el pecado de Adán no se quedó con él. Fue como un virus terrible que lo infectó todo. El pecado se propagó por todo el mundo y afectó a todos. La desobediencia de Adán pasó a todos sus descendientes. Como resultado de su transgresión, todos fuimos constituidos pecadores. La realidad espiritual es que «no hay un solo justo, ni siquiera uno» (3: 10). Así que, la primera herencia triste que Adán nos pasó fue convertirnos en pecadores.
Cuando el apóstol habla de este hecho, no nos explica cómo es que el pecado, algo intangible y abstracto, puede pasarse por descendencia. No dice que fue por las leyes de la herencia, que de paso eran desconocidas en su tiempo. Tampoco explica que fue por imitación, o sea que Adán nos dio un mal ejemplo que todos luego seguimos. El apóstol se concentra solo en el hecho de que Adán fue el primer hombre; los que nacimos de él, somos iguales que él. Como padre y representante de la raza humana, pecó, y por lo tanto todos en él.

Herencia de condenación

El juicio que lleva a la condenación fue resultado de un solo pecado (Romanos 5: 16).

SER CONSIDERADOS PECADORES, y que nada pasara, no sería una herencia tan mala, tal vez. El problema fue que el pecado de Adán no fue inocente. Hay cinco palabras que el apóstol usa para describir lo que hizo Adán. La primera es la palabra "pecado", que significa yerro, falta, o error. Adán cometió una falta muy seria. La segunda palabra que el apóstol usa para hablar del pecado de Adán es "desobediencia". Quiere decir que sabía lo que estaba haciendo, y era consciente de ir contra la voluntad de Dios. La tercera palabra con la que Pablo describe el pecado de Adán significa "transgresión". Esto implica que a Adán, como sabemos, se le dio un mandamiento específico, y claro, él lo violó, lo pisoteó. No fue un error cometido solo por ignorancia, sino con desdén. Fue una falta intencional.
El cuarto término describe aún más la gravedad de su pecado, ya que se traduce como "rebelión", iniquidad. Esto quiere decir que no solo fue intencionado sino que lo hizo como un acto de rebeldía y oposición. Finalmente, la quinta palabra nos dice que su pecado involucró una "caída". Como resultado de su yerro, desobediencia, transgresión y rebelión, Adán cayó del favor de Dios. Cayó de la condición de pureza a una condición de pecado. La herencia que nos transmitió no fue una caída ligera, sino estrepitosa.
Podríamos decir que Adán cayó en un foso grande, ancho y profundo. Es el pozo del pecado, y que ahí nacimos todos los seres humanos. Nos revolcamos en ese fango sin esperanza de algo mejor, porque nos acostumbramos a vivir en la podredumbre del mal. Esta es la herencia triste de nuestro padre Adán. Y esta es la razón por la que fue condenado; y junto con él, todos nosotros.

Que Dios te bendiga,

Diciembre, 11 2010

DEVOCIONAL: LA LUNA Y EL CRISTIANO.

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Una cosa curiosa aconteció este mes (noviembre), tuvimos dos lunas llenas. Me encantan las noches de luna llena. Para mí es casi terapéutico caminar y verla tan brillante en el cielo nocturno. Estos días me han hecho pensar mucho en la luna y he visto como el cristiano es muy semejante a ella.

La luna varea en su distancia de la tierra pero tiene un promedio de 384,000 kilómetros de nosotros. En el apogeo la distancia es de 406,800 Km y de 356,500 en el perigeo. Creo que ocurre a todos los creyentes que a veces nos sentimos más cerca del Señor y a veces un poco más lejos. Pero tal como la gravedad de la tierra mantiene la luna en su órbita, el Señor nos atrae y siempre nos mantiene en su amor.

Aunque la luna no genera su propia luz, en su ápice es el cuerpo más brillante, excluido el sol, en el espacio. El resplandor que tiene cuando esta en su fulgor es sencillamente un reflejo de la luz que proviene del sol. Cristo dijo que todo aquel que creyera en Él era la luz del mundo. Pero nosotros no tenemos ninguna luz que proviene de nosotros mismos. Las enseñanzas de la “Nueva Era” nos dicen que todos tenemos la luz de Dios en nosotros sin Cristo. Pero Cristo dijo, “si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? (Mateo 6:23). La única luz que tenemos como creyentes es la luz de Cristo en nosotros. Si observemos la luna sin la luz del sol podemos apreciar todos sus desperfectos: los cráteres, las cicatrices, las grietas y fallos. Si no fuera por Cristo todas nuestras fallas, “cráteres” y cicatrices serían plenamente evidentes.

Las distintas fases de la luna durante el mes se deben a la variación de las posiciones relativas de la luna, la tierra y el sol, que se modifican la porción de la superficie del orbe visible desde nuestra planeta. De la misma manera, la cantidad de la luz de Cristo que reflejamos depende en la posición que tenemos con Él. Si estamos cara a cara con Él, brillaremos plenamente. Si estamos con el corazón dividido, haremos como si fuera la luz de la media luna. Si le damos la espalda, estamos en la oscuridad total.

Finalmente, la Luna no posee ningún tipo de atmósfera. Debido a ello, las temperaturas de la superficie lunar experimentan fuertes oscilaciones entre el día y la noche, desde +118 hasta -153 grados C. Estas temperaturas sólo afectan a las regiones más superficiales de la corteza lunar, y a partir de cierta profundidad la oscilación es menos importante.

Cristo llamó a toda la humanidad a cuentas con Él y lo describió así, “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” (Apocalipsis 3:15-16) Tampoco vale tener solamente la apariencia de calor. El calor del sol no penetra la superficie de la luna, pero el fuego del Espíritu Santo no vale en nuestras vidas si no esta en nuestros corazones.

QUE NUESTRAS VIDAS GIREN SIEMPRE EN TORNO DE JESUCRISTO Y SU AMOR.

(Salmos 19:1) Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos.

Hno. Prince Parker

DEVOCIONAL: CANTAD ALEGRES.

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La policía investigaba la escena del crimen, un bar de karaoke en la ciudad de Manila. El incidente dejó un hombre de 54 años muerto a puñaladas y otro de 24 años herido en el hospital. Durante el curso de sus indagaciones descubrieron que una pelea había estallido porque la multitud exigía que bajara un hombre que, según ellos, cantaba horrendamente. El hombre que murió intentaba separar a los que peleaban.

Lo que muchos no entienden, y esto es fuerte, es que lo que sale de tu boca de forma hablada o cantada se utiliza en el ámbito espiritual para determinar lo que ocurre en el ámbito físico. Proverbios 18:21 dice, “Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto”. Así que la combinación del alcohol, canciones con temas de celos, pasión, egoísmo e infidelidad solamente puedan generar efectos muy negativos en nuestras vidas.

Cristo dijo que lo que sale de tu boca te contamina, condena o te justifica. “No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.” (Mateo 15:11) “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. (Mateo 12:37) Para ponerlo de una manera sencilla, dice la Biblia que si confesamos con nuestra boca a Jesús por Señor, y creemos en nuestro corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, seremos salvos; (Romanos 10:9)

Por esto el creyente siempre debe cantar alabanzas al Señor y no los despropósitos del mundo. Si cantas las palabras de canciones que hablan de puras cosas negativas o hablan de cosas que no tienen fundamento Bíblico, es muy posible que estás dando cabida a espíritus tenebrosos en tu vida y hogar. Efesios 4:27 dice, “Ni deis lugar al diablo.”

En cambio cuando cantamos alabanzas o tenemos la música que honra a Dios en nuestras bocas y en nuestros hogares estamos cultivando un ambiente donde el Espíritu de Dios puede habitar. Así que, en vez de estar cantando en un bar de karaoke bajo la influencia del alcohol la Biblia dice, “no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con vuestro corazón al Señor”; (Efesios 5:18-19)

Vez tras vez las Escrituras nos exhortan a cantar alabanzas al Señor. Si tu situación presente es favorable o difícil si alabamos al Señor podemos crear un ambiente agradable que permite que Dios opere siempre a nuestro favor.

DIOS NO QUIERE HACER UNA VISITACIÓN A NUESTROS HOGARES, SINO UNA HABITACIÓN.

(Colosenses 3:16) Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones.


Hno. Prince Parker

UNA NUEVA HUMANIDAD!!

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Una nueva humanidad

Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo sino para salvarlo (Juan 3: 17).

POR CAUSA DEL PECADO, LA HUMANIDAD quedó dividida en dos: Los que querían servir a Dios y los que continuarían en su rebelión contra él. Los primeros fueron los descendientes de Set; los segundos, los descendientes de Caín. Unos eran los hijos de Dios; los otros, los hijos de los hombres.
Se formaron, entonces, dos familias: la familia de Dios y la familia de su enemigo. Puesto que Adán permitió que el pecado entrara en este mundo, se conoció a los que abrazaron el pecado como la familia de Adán, en contraste con la familia de Dios. El mundo se degeneró tanto que en ocasiones pareció que la familia de Dios iba a desaparecer del planeta. Uno de estos momentos oscuros se dio antes del Diluvio, donde solo ocho personas fueron dignas de salvarse en el arca.
Llegó un momento en el que parecía como si toda la humanidad estuviera rodeaba de tinieblas morales. Las inteligencias del universo esperaban que Dios se levantara y rayare a toda la humanidad para siempre. En lugar de eso, él envió a su Hijo a rescatarla. El propósito era comenzar de nuevo. Darle la oportunidad a los seres humanos para alinearse al lado de Dios. Su Hijo nacería como el segundo Adán, con el fin de resarcir el daño hecho por el pecado del primer Adán. De este modo, Cristo nació en este mundo, y con él la esperanza de una nueva humanidad.
Con la venida de Jesús se formó una nueva división en el género humano. Las fuerzas del bien entraron una vez más en conflicto con las fuerzas del mal prevaleciente. El mensaje del evangelio, o sea las buenas nuevas, iban a ganar adeptos para formar una nueva familia. Esta sería la de Cristo, en contraste con la de Adán. De este modo, el conflicto entre el bien y el mal arreció y alcanzó alturas insospechadas.
Reflexionemos: «Cristo vino al mundo para entablar un combate contra el enemigo del hombre, y así libertar a la humanidad de las garras de Satanás» (A fin de conocerle, p. 239).

La antigua familia

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea, y los que se esfuerzan logran aferrarse a él (Mateo 11: 12).

COMO RESULTADO DE LA VENIDA DE CRISTO al mundo, se estableció una nueva humanidad unida por la adhesión a Cristo. Surgió una nueva familia, la suya. La cabeza de esta nueva familia es el Hijo de Dios, mientras que la cabeza de la antigua humanidad sigue siendo Adán. Por lo tanto, el mundo está realmente dividido en dos: La familia de Adán y la familia de Cristo. El primer Adán es la cabeza de la primera familia; el segundo Adán, de la segunda familia. Como la familia del primero estaba totalmente sumida en el mal, Cristo vino a establecer un puente a través del cual todos los que quisieran pertenecer a la nueva familia, pudieran tener el privilegio de cambiarse de familia.
Es así como, por la fe y confianza en el Hijo de Dios, los seres humanos pueden abandonar su antigua familia y adherirse a la nueva. Esto es lo que se llama adopción en el Nuevo Testamento. El apóstol Pablo usa este concepto para enseñar que podemos pertenecer a la nueva familia de Cristo, con solo abandonar la familia de Adán y decidir pertenecer a la de Jesús.
Pero esto no se hace sin lucha. Hay una guerra despiadada de las fuerzas del mal contra el reino de Dios. No es con poco esfuerzo que se puede abandonar la familia de Adán para pertenecer a la familia de Cristo. Involucra no solo escuchar el evangelio, sino creerlo. Requiere aceptar que Cristo es nuestra nueva Cabeza y nuestro nuevo Progenitor. Implica entregarnos a su voluntad y aceptar las nuevas responsabilidades que conlleva pertenecer ala familia de Cristo. Requiere aceptar el constante reto de confrontación con la antigua familia a la que pertenecíamos.
Pensemos en esto: «El mundo es un campo de batalla sobre el cual los poderes del bien y del mal están en guerra incesante» (Alza tus ojos, p.108).

Que Dios te bendiga,

Diciembre, 09 2010

DEVOCIONAL: "UNA SINCERA REPRESENTACION"

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Un político de la ciudad de Filadelfia, Pennsylvania (Estados Unidos), Ángel Ortiz, fue multado mil cuatrocientos dólares por haber conducido su automóvil por veinticinco años sin el debido carnet de conducir.

El arrepentido funcionario por fin sacó su cédula después de un reportaje televisado enseñó al Sr. Ortiz tras el volante de su magnífico vehículo. Aparte de la costosa multa, el empleado público sufrirá la suspensión de su recién adquirida licencia por tres años.

Cualquier violación de la ley, sea grande o pequeña, es inaceptable sin importar quien sea el violador. Pero a todos nos parece un poco más escandaloso cuando un gobernante comete una infracción. La verdad es que debemos estar perturbados cuando esto ocurre porque los que hacen las leyes deben ser los primeros en obedecerlas; es su deber.

La Biblia dice que el creyente en Jesucristo es un funcionario de un gobierno superior; El Reino de Dios. II Corintios 5:20 dice, “Por tanto, somos embajadores de Cristo”. Siendo embajadores de Cristo nos sujeta a una responsabilidad infinitamente mayor que ser un delegado de cualquier regencia terrenal. Si nosotros no vivimos de una manera que honra a Cristo, damos motivo de escándalo.

El Rey David era un adorador. Era un rey que exaltaba a Dios y hacía todo con Su nombre por delante. Por esto cuando él pecó con Betsabé el profeta le dijo, “por cuanto con este hecho has dado ocasión de blasfemar a los enemigos del Señor”, (II Samuel 12:14). Aunque eran enemigos, esa gente esperaba mucho más de él que de una persona que no temía a Dios.

En Romanos 2 el Apóstol Pablo da una exhortación fuerte a la gente que conocía la ley de Dios y enseñaba a otros de ella pero no la guardaba. Si quieres o no el creyente en la consciencia moral del mundo y ellos automáticamente miran hacía nosotros esperando un ejemplo de la obra de Dios en alguien. Si confiamos en Jesucristo y Su justicia en nosotros podemos ser buenos representantes del Reino de Dios sobre la tierra.

Cristo dijo que entre tanto que Él estaba en el mundo Él era la luz del mundo (Juan 9:5). Pero después nos dijo, “Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mateo 5:14-16)

SI TÚ HONRAS A DIOS CON TU VIDA, LOS DEL MUNDO LE BUSCARÁN

(Filipenses 2:15) para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo

Hno. Prince Parker

EL HERMANO MAYOR!!

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Alguien dijo, "La única cosa que el hombre ha aprendido de la historia es que el hombre no ha aprendido absolutamente nada de la historia." Alguien más dijo que si no aprendemos de nuestros errores en el pasado, es seguro que los vamos a repetir.

Cuando era niño, aprendía de los errores de mi hermano mayor y así me libraba de unas zurras que mi padre le daba a él. Si él hacía alguna travesura y mi padre le pillaba, le daba una paliza. Siempre razonaba, si él hizo eso y no le salió bien, dime tú ¿Por qué quiero hacer lo que hizo? Lo peor era que mi hermano seguía cometiendo las mismas travesuras como si fueran desafíos a mi padre sabiendo él quién era mi padre.

Hay muchas personas que viven sus vidas enteras como mi hermano vivía con sus bravatas y nunca entienden que los golpes que reciben en sus vidas son a causa de sus rebeldías. Dice la Biblia, “El camino de los impíos es como las tinieblas, no saben en qué tropiezan.” (Proverbios 4:19)

Para mí, esto versículo describe una persona que no entiende ni sabe entender. En España hace poco me di un golpe muy fuerte en la cabeza con el canto de una puerta porque andaba por un pasillo obscuro y pensaba que iba a pasar a mi habitación sin dificultad. Solamente me pasó una vez y ya. Después, tu verás si no encendí cada luz que encontraba por mi camino. Pero no es así con el impío. Es falto de entendimiento porque sigue tropezando con el mismo error.

Vemos muchos ejemplos del Antiguo Testamento cuando la gente cometía pecado tras pecado y rebelaron contra Dios vez tras vez y es fácil pensar, ¿Qué pasa con esa gente? ¿No aprendieron nada de las otras experiencias? Pero en realidad, el hombre no ha cambiado nada porque observan claramente como el necio muere en sus pecados y como dice la Biblia, “Este su camino es locura; con todo sus descendientes se complacen en el dicho de ellos” (Salmos 49:13)

I Corintios 10 nos exhorta solemnemente a hacer caso de las experiencias negativas de otros y aprender de ellas para no cometer los mismos errores. Por esto Dios nos ha dado Su Palabra, porque por medio de ella podemos salvarnos de toda la angustia que otros han sufrido. El colmo de la desobediencia a esta Palabra en el mismo infierno. Los únicos que sufren los efectos horribles son los que no hacen caso de La Palabra de Dios y Sus consejos.

NO NOS CONVIENE SER IGNORANTES DE LA PALABRA DE DIOS; MENOS NOS CONVIENE NO HACER CASO A LO QUE SABEMOS.

(Proverbios 22:3) El prudente ve el mal y se esconde, mas los simples siguen
adelante y son castigados.

Hno. Prince Parker

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DIOS QUIERE HABLARTE HOY!

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La realidad de este mundo es que existen muchas personas que saben que Jesús es el Hijo de Dios, pueden ver películas que hablen de el, y maravillarse al ver las escenas de los milagros de Jesús; y sin embargo no creen que hoy, en este tiempo, Cristo tiene poder para hacer por ellos el milagro que necesitan; sea milagro de sanidad o de cualquier otra índole; con este Blog deseo estimularlo a creer de todo corazón ya que la Biblia nos enseña que "Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y que es galardonador de los que le buscan". Hebreos 11:6. Amigo, Dios "es poderoso para hacer más abundantemente de lo que pedimos o entendemos" Efesios 3:20. Dicho de otra manera, aunque no haya respuesta aparente y no exista una salida lógica, y aunque todo señale al fracaso o parezca que no hay esperanza les aseguro que "Si tienen fe y no dudas del poder de Dios, todo lo que pidieren vendrá Marcos 11:23, 24. Tal vez otros vean tu situación como un imposible; pero Jesús dijo "Si puedes creer, al que cree todo le es posible". Si deseas ser salvo y recibir tu milagro, haz de todo corazón esta oración: "Señor, te entrego mi alma, creo en ti como mi salvador personal, salvame, creo que tu puedes sanarme. Amen". Dios te bendiga!!    

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