He leído que una neblina densa, que puede cubrir siete manzanas de una
ciudad con 30 metros de profundidad se compone de menos de un solo vaso
de agua dividido en sesenta mil millones de gotas. En realidad no hay
mucho allí, pero es capaz de entorpecer a una ciudad entera.
Las preocupaciones pueden hacer la misma cosa a tu vida porque con la ansiedad hacemos grande una cosa pequeña. La Biblia nos exhorta continuamente que no debemos preocuparnos. Es más, con esto te voy decir cuando debes preocuparte. Si una o todas estas cosas te pasan, entonces preocupate. Si no, entonces no. ¿Vale? Bueno, vamos con la lista:
1.) Tu bizcocho de cumpleaños se hunde bajo el peso de las velas.
2.) Enciendes la tele y están enseñando (en vivo) las rutas de salidas de emergencia para escapar y huir de tu ciudad ¡YA!
3.) Tu gemelo se olvidó de tu cumpleaños.
4.) La corneta de tu coche comienza a sonar ruidosamente, no lo puedes apagar y estas siguiendo una caravana de mafiosos.
5.) El pájaro cantando sobre tu cabeza es un buitre.
6.) El cheque que escribiste para pagar tus impuestos al gobierno regresó a causa de fondos insuficientes.
7.) Tu esposa de dice, Buenos días, Carlos, pero tu nombre es Samuel.
La vida esta llena de cosas que parecen que están puestas allí para robarnos la bendición. Son cosas pequeñas pero son escandalosas y llaman mucho la atención. Nuestro problema es que prestamos atención a estas cosas y a causa de ellas dejamos de ver todas las cosas gloriosas que Dios nos ha dado y esta haciendo en nuestras vidas. Estos problemas tienen la habilidad de angustiarnos y quitarnos el sueño. Pero la Biblia nos dice: Cuando te acuestes no tendrás temor, sí, te acostarás y será dulce tu sueño. No temerás el pavor repentino, ni el ataque de los impíos cuando venga, porque el Señor será tu confianza, y guardará tu pie de ser apresado. (Proverbios 3:24-26)
A veces somos como la Hermana Marta. Lo que ella tenía que hacer era dejar todo a un lado por un rato y sentar a los pies de Cristo. Era muy noble y loable su corazón de sierva, pero tenía físicamente en su casa el Hijo del Dios viviente. Estaba en la presencia del Cordero de Dios y ella estaba perdiendo todo porque tenía las costillas de cordero en el horno. ¿Qué daríamos para recibir un solo toque de Él ahora mismo? Pero ¿Cuáles son los afanes y preocupaciones que evitan que recibes un toque del Señor en tu vida?
ES HERMOSO PODER CONFIAR EN JESUCRISTO Y DESCANSAR EN ÉL.
(Filipenses 4:6) Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
Las preocupaciones pueden hacer la misma cosa a tu vida porque con la ansiedad hacemos grande una cosa pequeña. La Biblia nos exhorta continuamente que no debemos preocuparnos. Es más, con esto te voy decir cuando debes preocuparte. Si una o todas estas cosas te pasan, entonces preocupate. Si no, entonces no. ¿Vale? Bueno, vamos con la lista:
1.) Tu bizcocho de cumpleaños se hunde bajo el peso de las velas.
2.) Enciendes la tele y están enseñando (en vivo) las rutas de salidas de emergencia para escapar y huir de tu ciudad ¡YA!
3.) Tu gemelo se olvidó de tu cumpleaños.
4.) La corneta de tu coche comienza a sonar ruidosamente, no lo puedes apagar y estas siguiendo una caravana de mafiosos.
5.) El pájaro cantando sobre tu cabeza es un buitre.
6.) El cheque que escribiste para pagar tus impuestos al gobierno regresó a causa de fondos insuficientes.
7.) Tu esposa de dice, Buenos días, Carlos, pero tu nombre es Samuel.
La vida esta llena de cosas que parecen que están puestas allí para robarnos la bendición. Son cosas pequeñas pero son escandalosas y llaman mucho la atención. Nuestro problema es que prestamos atención a estas cosas y a causa de ellas dejamos de ver todas las cosas gloriosas que Dios nos ha dado y esta haciendo en nuestras vidas. Estos problemas tienen la habilidad de angustiarnos y quitarnos el sueño. Pero la Biblia nos dice: Cuando te acuestes no tendrás temor, sí, te acostarás y será dulce tu sueño. No temerás el pavor repentino, ni el ataque de los impíos cuando venga, porque el Señor será tu confianza, y guardará tu pie de ser apresado. (Proverbios 3:24-26)
A veces somos como la Hermana Marta. Lo que ella tenía que hacer era dejar todo a un lado por un rato y sentar a los pies de Cristo. Era muy noble y loable su corazón de sierva, pero tenía físicamente en su casa el Hijo del Dios viviente. Estaba en la presencia del Cordero de Dios y ella estaba perdiendo todo porque tenía las costillas de cordero en el horno. ¿Qué daríamos para recibir un solo toque de Él ahora mismo? Pero ¿Cuáles son los afanes y preocupaciones que evitan que recibes un toque del Señor en tu vida?
ES HERMOSO PODER CONFIAR EN JESUCRISTO Y DESCANSAR EN ÉL.
(Filipenses 4:6) Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
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