Una vez alguien preguntó a la Madre Teresa cómo medía el éxito de su trabajo. Ella quedó muy perpleja y pensativa y contestó, "Yo no recuerdo que el Señor habló alguna vez del éxito en este sentido. Él dijo que teníamos que ser fieles. Este es el único éxito que cuenta para algo."
Cristo dio muchas promesas a las personas fieles y entre ellas están las palabras, "Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida" (Apocalipsis 2:10). Dios mismo es el ejemplo más grande que tenemos para ilustrar lo que es la fidelidad. Es más, la fidelidad es una de las características de Dios y esta virtud es tan importante para Él que uno de los nombres de Jesucristo es "Fiel"(Apocalipsis 19:11).
Para mí, uno de los ejemplos humanos más tremendos que tenemos es Eliezer, el siervo de Abraham. La Biblia dice que por sus muchos años de leal servicio a su amo y siendo el mayor de sus siervos, él iba a ser el heredero de todos los bienes de Abraham, porque este no tenía hijo. Pero Dios cumplió Su promesa a Abraham y nació milagrosamente Isaac. Este portento desplazó a Eliezer como heredero y le mantuvo como un siervo. Este varón honrado se alegró juntamente con Abraham por el nacimiento de su hijo. La envidia y avaricia no tenía cabida en él porque él no buscaba lo suyo propio.
Años después Abraham pidió a Eliezer que fuera a un viaje lejos para buscar una esposa para Isaac. Al buscar una esposa para el hijo de su amo, él se estaba removiéndose aún más de cualquier posibilidad de recibir alguna herencia. Aún así con alegría sincera él salió en busca de la ayuda idónea para la vida del hijo de su amo.
Este noble buscó a Dios para que el Señor le guiara hasta llevarle a la mujer perfecta. Justo antes que llegó Rebeca a su encuentro, él pidió algo que indicaría que ella no fuera tan solamente socialmente cortés, sino que fuera genuinamente una mujer virtuosa. En su fidelidad y dedicación al bienestar de su amo, no buscó solamente cumplir con su deber, sino que se esforzó para alcanzar lo mejor que podría para aquel que servía. Observando a Eliezer aprendemos que su lealtad le llevó hasta el máximo del éxito delante de su señor.
Nosotros también hemos sido enviados para buscar a una esposa de nuestro amo porque la iglesia es la esposa de Cristo. Que Dios nos deja con el corazón compungido para conmovernos a servirle fiel y desinteresadamente tal como Eliezer sirvió a Abraham.
LA FIDELIDAD A LO QUE DIOS NOS HA LLAMADO ES DE MÁS VALOR QUE LAS MUCHAS RIQUEZAS.
(Proverbios 28:20) El hombre fiel abundará en bendiciones, pero el que se apresura a enriquecerse no quedará sin castigo.
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