HOY... NO SE ESTRECHARÁN MIS PASOS
junio 28, 2011 · |
"Por el camino de la sabiduría te he encaminado, y por veredas derechas te he hecho andar. Cuando anduvieres no se estrecharan tus pasos, Y si corrieres, no tropezaras" Prov 4:11,12.
Muchos caminos en la vida he recorrido, unos buenos, otros malos, unos placenteros y otros llenos de frustración. En todo mi existencia, ningún camino me ha traído más grande satisfacción que el camino del Señor.
Es un camino lleno de sorpresas y de pasos de fe. Hoy sé que ese camino, el Señor lo llama el camino de sabiduría.
Dios me ha hecho andar por veredas derechas y jamás mis pasos se han estrechado. Una de las experiencias más emocionantes en mi caminar es entender que el Señor jamás construye un puente de fe delante del caminante excepto cuando esos pies están llenos de fe. El Señor no construye un puente para nosotros mirarlo de lejos, sino que a medida que nos acercamos al abismo, cada paso que damos confiando en el Señor...empezamos a ver que el puente está siendo escasamente levantado....cuando ya llegamos al borde es que podemos maravillarnos al ver el puente totalmente construido.
¿Como son las puertas que se abren delante del peregrino cristiano? Se parecen esas puertas a las que encontramos en los negocios o supermercados modernos. Son puertas eléctricas con un sensor a distancia. Si el caminante se para a distancia esperando que alguien abra la puerta, ella no se abrirá pero si sigue caminando firme llegará un momento cuando el sensor lo detecta y la puerta se abre sola. Así es en el andar cristiano, sigo caminando confiando en lo que la Palabra dice que mis pasos no se estrecharán entonces el sensor del Señor entra en acción y la puerta se abre.
La manera de atravesar todas las barreras en mi camino del deber hoy es seguir. Sea un río, una puerta o una montaña lo que hoy necesito hacer no es retroceder o quedarme parado mirando con angustia, sino seguir. Si es un río pronto veré que se secará, si es una puerta se abrirá y si es una montaña será arrancada y echada a lo profundo del mar. Solo seguir obedeciendo lo que Dios ha dicho...que mis pasos no se estrecharán y si corriere no tropezaré,.
Señor. Gracias por abrir camino delante de mi en este día. Mis pasos los encomiendo en sus manos.
Sé que como buen Padre jamás me abandonarás. Ayúdame a entender que lo más importante es dar pasos de fe en el más tortuoso camino de la vida. Si estas conmigo, jamás temeré. Si no hay puentes los construirás, si la puerta está cerrada, la abrirás y si el río se interpone, el se secará, no por mi esfuerzo sino por tu poder y tu mano. Hoy, tampoco se acortará tu manos para salvar. Amén.
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